Un foro diverso y plural desde el “país profundo”

Por Agustina Juarez Marcos*

Del 15 al 16 de noviembre se realizó en Santiago del Estero (Argentina) el primer Foro Feminista, Popular y Latinoamericano, organizado por Diversidad Valiente Santiagueña (DIVAS), agrupación compuesta y liderada por mujeres trans, coparte del Fondo de Mujeres del Sur a través del Programa Nuestros Derechos, Nuestro Orgullo. El Foro reunió a activistas feministas, militantes populares, sindicalistas, mujeres campesinas e indígenas, con el desafío de construir una agenda común que integre la pluralidad de voces que componen los feminismos en nuestra región.

El calor de la mañana santiagueña nos dio la bienvenida. En el Nodo Tecnológico, ubicado en la ciudad de La Banda, más de mil personas presenciamos el acto de apertura del primer Foro Feminista, Popular y Latinoamericano, en el que referentes feministas y de organizaciones políticas y sociales de la provincia leyeron los documentos iniciales y saludaron el comienzo de las jornadas. “Queríamos que en este Foro estemos todas: las campesinas, las trabajadoras, las sindicalistas, las académicas, las mujeres trans, lesbianas, todas las identidades que integran el feminismo” expresó Julieta Paz, presidenta de DIVAS.

Por su parte, Luisa Paz, integrante de DIVAS y presidenta de ATTTA (Asociación de Travestis Transexuales y Transgéneros de Argentina) destacó en la apertura del encuentro la importancia de la jornada para el movimiento feminista argentino en este contexto político. “Porque‌ ‌queremos‌ ‌un‌a ‌ciudadanía‌ ‌plena, ‌‌aquí‌ ‌estamos‌ ‌por‌ ‌las‌ ‌que‌ ‌no‌ ‌están,‌ ‌por‌ ‌las‌ ‌que‌ ‌no‌ ‌pueden‌ ‌venir, ‌porque‌ ‌están‌ ‌atrapadas‌ ‌por‌ ‌el‌ ‌patriarcado. Sepan‌, ‌compañeras‌, ‌que‌ ‌vamos‌ ‌a‌ ‌seguir‌ ‌luchando‌ ‌hasta‌ ‌derrotar‌lo. Queremos‌ ‌que‌ ‌nos‌ ‌incluyan,‌ ‌que‌ ‌haya‌ ‌nuevas‌ ‌igualdades‌ ‌de‌ ‌oportunidades‌ ‌para‌ ‌todes, porque sin‌ ‌nosotras‌ ‌las‌ ‌travestis,‌ ‌trans‌ ‌y‌ ‌todo‌ ‌el‌ ‌colectivo‌ ‌LGBT‌I ‌no‌ ‌hay‌ ‌feminismo”, agregó.

 

 

 

 

 

El sonido de un bombo irrumpió para dar lugar a mujeres y niñxs del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE Vía Campesina), organización que el año próximo cumplirá treinta años. Con la bandera whipala en el centro del escenario, trazaron un círculo de ofrendas a la Pachamama. Con mística, colores y canciones, las comunidades campesinas santiagueñas dieron así inicio al Foro.

En la mesa de apertura, Feminismos prácticas y tensiones, se planteó la necesidad de estructurar un movimiento plural y diverso que visibilice las diferentes realidades que componen al movimiento feminista. Deolinda Carrizo, referenta del MOCASE, nos compartió su mirada sobre el feminismo campesino, popular, comunitario y revolucionario, donde las mujeres campesinas se sienten contenidas y construyen su identidad. Por su parte, Jackie Flores, referenta del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y “orgullosamente cartonera”, como elige pronunciarse, al referirse a la participación de las trabajadoras excluidas del sistema formal de trabajo en las discusiones feministas, afirmó contundente: “no queremos que hablen por nosotras”.

En las mesas de Territorios, Mujeres Campesinas y Originarias, y Organización Sindical las referentas ahondaron en sus experiencias organizativas y la de compañeras, que al tomar espacios de decisión hacia dentro de sus organizaciones, abrieron el debate a nuevas problemáticas y necesidades en sus territorios. La importancia del liderazgo de feministas también fue un tema de debate en las mesas de Política, Juventud y Justicia. Las activistas y militantes populares resaltaron el crecimiento del movimiento feminista para ampliar demandas, y no retroceder en derechos y políticas que benefician a los sectores más desfavorecidos por las políticas económicas neoliberales.

También hubo espacio para reflexionar en torno al crecimiento de los movimientos fundamentalistas y antiderechos en el cono sur. Atentas a la avanzada de estos sectores y las limitaciones en materia de acceso a la salud y al trabajo que enfrenta el colectivo LGBTI, en las mesas Transfeminismos y Disidencias, las activistas consensuaron la necesidad de generar espacios regionales, como lo fue el Foro, para visibilizar las demandas específicas que tienen los colectivos ante el actual recrudecimiento de la violencia hacia los cuerpos e identidades diversas.

En la mesa Feminismo y Educación, se planteó la necesidad de fortalecer los avances que diversas organizaciones hicieron en el marco de la Ley de Educación Sexual Integral y de la generación de promotoras para erradicar las violencias en barrios y territorios. Por otra parte, en Feminismos y Comunicación, se coincidió en la necesidad de potenciar las redes regionales que vinculan medios de comunicación y activistas, para combatir la desinformación y hacer frente a la embestida fascista y racista.

Durante dos días, el Nodo Tecnológico se llenó de las voces y las historias del feminismo plural y diverso. Hubo también un espacio para la economía popular, a través de una feria en la que las trabajadoras vendieron sus producciones. A su vez, atentas a las problemáticas del cuidado y de los tradicionales roles de género que se asignan a las mujeres, hubo un “forito”, un espacio dedicado a la niñez que funcionó a la par de las mesas de diálogo. “No podemos concebir un espacio de formación para las mujeres que no contemple la niñez”, destacó una de las organizadoras.

El Foro cerró el sábado por la tarde, en la 12° Marcha del Orgullo, en la que una multitud marchó por el centro de Santiago del Estero, llenándolo de colores y brillos, y también de una demanda urgente: el cese de los transfemicidios, los crímenes de odio y la necesidad  de justicia.

“Este el momento de avanzar en el feminismo que nosotras creemos, consideramos y necesitamos para tener una sociedad igualitaria y equitativa”

La iniciativa de realizar un Foro Feminista, Popular y Latinoamericano en el “país profundo”, como lo llamaron sus organizadoras, fue una propuesta de Luisa Paz. A partir de allí, se reunieron todas las semanas para organizarlo. “Al principio éramos cinco o seis, y después se fueron sumando. Hoy logramos ser más de 30 organizaciones las que participamos”, resumió Julieta Paz, presidenta de DIVAS.

“En varias ocasiones nos preguntaron por qué una organización LGBTI era la impulsora de un foro feminista”, siguió Julieta, “pero para nosotres esto no es un asombro: el feminismo que pensamos, deseamos y militamos cotidianamente es federal, plurinacional, de mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales y no binaries”.

“Este‌ ‌Encuentro‌ ‌nos‌ ‌da‌ ‌voz‌ ‌a‌ ‌las‌ ‌que‌ ‌no‌ ‌tenemos‌ ‌voz”, comentó a su turno Sandra Mestre, trabajadora de la economía popular en el conurbano bonaerense. “Que un Foro como este se haga en Santiago del Estero es un paso para descentralizar, democratizar los recursos que tenemos y visibilizar el trabajo de las compañeras, que muchas veces está oculto” agregó.

El Foro fortaleció lazos y articulaciones regionales al convocar a la diversidad de identidades que conviven en nuestro país y los países vecinos, pero que también conviven hacia dentro del feminismo. Al cerrar, la expectativa de realizar una nueva edición del Foro el próximo año fue una sensación compartida; porque encuentros así tejen nuevas redes, y permiten que demandas y urgencias que muchas veces no son escuchadas, sean visibilizadas. Como decía Lohana Berkins, portavoz de la lucha de las mujeres trans en Argentina, “sigue siendo necesario sostener la insolencia de nuestros cuerpos, para mostrárselos a una sociedad que no logra entender la fragilidad de nuestras vidas”.

* Agustina Juarez Marcos | Asistenta de Comunicación Institucional