En América Latina 37 millones de personas carecen de agua. En este video, te mostramos cómo las #DefensorasAmbientales que apoyamos desde lo técnico y lo financiero llevan a cabo diferentes proyectos para lograr el más básico de los derechos humanos: el acceso al agua potable, segura y suficiente.
Están logrando desde la construcción de aljibes para almacenar agua potable hasta el testeo del estado del agua disponible. Las consecuencias de la falta de agua afectan particularmente a mujeres, ya que son las principales responsables de buscar el agua para sus comunidades. Recorren entre 5 y 20 kilómetros diarios para buscar agua, pero no siempre consiguen agua segura. El agua de tajamar (pequeñas lagunas donde el agua de lluvia se almacena y queda estancada) es chocolatosa, llamada así por el alto contenido de barro, muchas veces la única fuente disponible durante las épocas de sequía.
El agua también está siendo contaminada con las fumigaciones de agroquímicos que requiere el monocultivo de soja, y por los efectos de la explotación de hidrocarburos, entre otras actividades extractivistas. Este video se lanzó como parte de la campaña #SomosAgua, con el objetivo de hacer visibles los impactos de la falta del agua potable y la afectación diferencial en los derechos de las mujeres por medio del hashtag #LasMujeresSomosAgua.
El FMS realiza estas acciones junto con más de 20 organizaciones integrantes de GAGGA (Alianza Global para la Acción en Ambiente y Género) y, en paralelo, con otros 8 fondos de mujeres de América Latina.
También apoyamos a estas mujeres a través de un financiamiento de Unión Europea.