El pasado mayo en Longbeach (EE.UU), tuvo lugar la Conferencia ILGA Mundo 2022. “Si tuviera que contarle rápido a alguien qué me pareció la Conferencia, le diría que fue la posibilidad de sumergirme con todos los sentidos en una base de datos vital, donde la información circulaba no en pantallas sino en voces e historias compartidas, y donde pude vislumbrar una matriz”, asegura María Eugenia Ludueña, codirectora de Agencia Presentes, quien nos comparte un enriquecedor relato sobre su participación en la conferencia.
*Por María Eugenia Ludueña
La invitación a participar de la Conferencia ILGA Mundo 2022 me tomó por sorpresa. Hacía tiempo que desde Agencia Presentes[1] habíamos puesto en suspenso los viajes que implicaran subirse a un avión. Nos invitaban al encuentro de activistas LGBT+ más grande del mundo, y además a participar de un panel sobre activismo LGBT+ y medios de comunicación. Qué alegría cuando el trabajo que hacemos llega a otras personas, y aún más cuando lo que hacen quienes nos invitan nos parece crucial.
ILGA (siglas en inglés de Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex) hoy reúne a 1801 agrupaciones de la diversidad sexual en 168 países. Nacida en 1978, es una federación de asociaciones con un trabajo delicado y potente: interpelar a organismos mundiales como Naciones Unidas, gobiernos e instituciones locales para garantizar los derechos humanos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex. Lo hace desde distintos frentes. ILGA Mundo además tiene estatus consultivo en el ECOSOC de las Naciones Unidas.
La Conferencia de ILGA Mundo es mucho más que un encuentro de construcción de agenda, debate y estrategia política. Cada dos años convoca a activistas de la diversidad sexual que acuden desde las seis regiones en que se organiza: Pan Africa ILGA, ILGA Asia, ILGA-Europa, ILGALAC (América Latina y el Caribe), ILGA Norteamérica e ILGA Oceanía. Todo un fenómeno a nivel mundial: la reunión más importante del movimiento LGBT global organizado.
Long Beach: una ciudad LGBT+
De yapa, el nombre de la ciudad anfitriona de la Conferencia 2022 sonaba hermoso: Long Beach (Playa Larga), al sur de Los Ángeles. El encuentro se realizó del 2 al 6 de mayo en el Hotel Westin Long Beach.
Long Beach es una ciudad orgullosa de su diversidad. Junto con San Francisco, es una de las que obtiene mejor puntuación cuando se evalúan indicadores de inclusión LGBT desde el punto de la política pública: tiene servicios de acompañamiento de la juventud, facilidades de empleo para LGBT para en el sector público, servicios especiales para quienes viven con VIH+ y hermosos índices en términos de equidad y participación política de personas LGBTI.
Sin embargo, hay una situación evidente de retrocesos en términos de derechos y un correlativo avance de sectores fundamentalistas y anti derechos en Estados Unidos. Sólo en 2022, en este país se propusieron más de 240 leyes anti-LGBTQ. Y mientras transcurría la Conferencia, las mujeres, lesbianas, travestis, trans y activistas salieron a las calles de Estados Unidos para protestar por la filtración del borrador donde se ensayaban argumentos para modificar un fallo judicial sobre el derecho al aborto legal, lo que finalmente terminó sucediendo en junio, limitando fuertemente esta práctica y dejando la autonomía de las cuerpas gestantes a merced de los pareceres de los estados.
La juventud en foco
La ceremonia de apertura de la conferencia tuvo varios momentos emocionantes. Entre ellos, cuando la enviada por los derechos LGBT+ de Estados Unidos, Jessica Stern –nombrada por Joe Biden en 2021 para ese cargo– pidió un aplauso para la activista trans Alba Rueda: la Representante Especial sobre Orientación Sexual e Identidad de Género, que por esos días acababa de ser nombrada en el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina.
Entre los temas abordados estuvieron la pandemia y su impacto sobre colectivos LGBTI+, la juventud, que además era el foco y lema de la Conferencia: «Juventud LGBTIQ: cambio futuro presente». It Gets Better, organización anfitriona del encuentro, tiene su oficina central en Los Ángeles y presencia mundial, y es una organización que hace foco en esta franja. “Los jóvenes enfrentan muchas prácticas peligrosas, como las terapias de conversión. Son poco éticas, no científicas y tortuosas, pero legales en casi 180 países”, señaló Martin Karadzhov, presidente del comité de la juventud de Ilga World.
”Nos sentimos traicionados por el futuro, nuestros derechos y asuntos no son prioridad”, remarcó Karadzhov, que milita desde que tiene 12 años. Y también habló de los tratamientos médicos tortuosos e invasivos a las personas intersex, mientras las personas intersex aplaudían y agitaban su bandera.
Las cosecretarias generales de ILGA Mundo, Luz Elena Aranda, y Tuisina Ymania Brown, pidieron un minuto de silencio por todas las personas que habían querido participar, pero no estaban ahí. Y recordaron cómo la pandemia agravó y pronunció muchas desigualdades, mientras las respuestas quedaron cortas.
Presentes en un panel sobre comunicación y activismos
El primer día y como comunicadora de Presentes, participé en un panel junto a otrxs colegas sobre activismos LGBTIQ+ y periodismo. Estuvimos junto a Hugo Greenhalgh, editor LGBTQ+ de Reuters, Nazeeha Saeed, nacida en Bahrein. Ella vive en Alemania, es parte del proyecto Arabic media (OutRight Action International) y ha sido perseguida desde hace años. Kevin Mwachiro, periodista y podcastero de Kenya, miembro del consejo de Ammnistía Internacional de Kenya, participó a través de una llamada de voz.
En esta actividad, compartimos cuál es la situación de las noticias de la diversidad sexual en los medios y por qué hacen falta medios especializados para tratar estas temáticas. Hablamos de la importancia de trabajar alianzas entre el periodismo y el activismo, de los nuevos desafíos que nos abren las redes sociales, sobre todo al momento de afrontar discursos de odio y campañas de desinformación.
La charla duró casi tres horas y respondimos a muchas preguntas de lxs asistentes. Para algunas no obtuvimos respuestas: ¿Cómo se hace para comunicar en países donde las personas LGBT+ no pueden ser visibles porque corren riesgos de muerte o persecución?
Fue interesante también descubrir que colegas de diferentes continentes compartimos mucho en común en nuestras actividades cotidianas. Por ejemplo, la demanda de capacitación y talleres sobre una temática que las escuelas de periodismo no suelen desplegar en sus currículas.
La agenda de América Latina
Una de las tardes se dedicó a trabajar en reuniones por regiones. Las personas de América Latina nos reunimos con el Consejo directivo de ILGA LAC y nos organizamos en mesas para conversar sobre los temas más urgentes de la agenda.
Ese listado sobre el que ILGA LAC seguirá trabajando y convocando incluye temas que preocupan en toda la región: el avance de discursos de odio, los crímenes y las violencias por prejuicios, la educación, las infancias, los derechos que no llegan a todes, la comunicación de temáticas LGBT+, la participación política de la diversidad sexual, aun muy escasa, la necesidad de leyes antidiscriminatorias por la igualdad, la interseccionalidad desde donde pararnos a enfocar las desigualdades, la inclusión en el trabajo y la salud, los desplazamientos y migraciones, la lucha contra el patriarcado en sus numerosos frentes.
En las charlas y paneles también se delineó una agenda de la región, con activistas participando activamente de los intercambios y también aportando una mirada en la que se ven con más fuerza las complejas capas que hacen a las identidades. Ser LGBTI+, indígena y migrante, por ejemplo. Cómo permea la identidad la globalización. Desafíos que compartieron, entre otras, las organizaciones de Colombia y de Bolivia que vienen trabajando estas temáticas de manera interseccional.
Esos cruces también quedaron expuestos en el informe que hicieron activistas trans de la región, de personas LGBT+ privadas de libertad en México, Salvador, Guatemala y Honduras. El informe fue presentado y desplegado por activistas trans. Ari Vera (México); Bianka Rodríguez (El Salvador) y Colette Spinetti (Uruguay). Estos encuentros, diálogos y alianzas no terminaron con la Conferencia. Me ayudan a mirar la región pero también a pensarla, a identificar patrones en común en nuestros países, a tramar estrategias desde el sur global junto con otres.


Un mapeo en vivo
En las sesiones de la conferencia había un sector reservado para las personas que no pueden ser fotografiadas. Había también personas que participaban por videoconferencia, sólo la voz, sin cámara. En sus países ser gay o lesbiana está penado. A veces, como compartieron activistas de África, las estrategias suelen ser sutiles. “La ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia”, dijeron en la presentación del Informe Nuestras Identidades Bajo Arresto, que produce ILGA y donde se documentan detenciones en las últimas dos décadas de países que continúan criminalizando a identidades LGBT a partir de leyes que siguen vigentes, aunque se consideren “regulaciones inactivas”.
Estas instancias nos recordaban a cada rato que, aunque estábamos ahí y eso era una fiesta, todavía falta mucho, muchísimo. Lo vemos en cada mapeo de derechos LGBTI+ que hace ILGA alrededor del mundo, otro modo de incidir políticamente en las agendas. Estos informes son insumos importantes para quienes defienden los derechos humanos y también para los medios de comunicación (entre ellos, Homofobia de Estado y el Informe de Mapeo Legal Trans).
Gracias a la buena noticia anunciada en Long Beach, en unos meses estará online la base de datos de estos mapeos, condensada, con posibilidad de filtrar categorías y actualizada. Allí podremos acceder a datos de cada país, saber qué pasa allí con el matrimonio igualitario o la ley de identidad de género, o qué recomendaciones ha recibido para mejorar sus estándares, incluso si ya las tiene.
Si tuviera que contarle rápido a alguien qué me pareció la Conferencia ILGA Mundo, le diría que fue la posibilidad de sumergirme con todos los sentidos en una base de datos vital, donde la información circulaba no en pantallas sino en voces e historias compartidas, y donde pude vislumbrar una matriz. La Conferencia de ILGA me ayudó y me sigue ayudando a entender qué pasa, a intentar responder cómo se puede comunicar mejor. Y me hermanó aún más a mis primas latinas de Colombia, Chile, México, América Central.
Más allá de lo regional, fue hermoso ver, a pesar de tantos retrocesos en los últimos tiempos, la libertad y versatilidad con que despliegan su expresión de género tantas personas. Y entre ellas, las no binarias de todo el mundo, especialmente las más jóvenes, pero no sólo ellas.
La diversidad de la diversidad siempre me parece uno de los aspectos más interesantes y difíciles de habitar y contar. Y ojalá que todo esto pueda alimentar de algún modo en la equipa de Presentes nuevos modos de comunicar, más inclusivos, pero también y sobre todo más integrales. A veces decir interseccional suena a demasiados compartimentos, y ya sabemos, no hay identidad que quepa en una sola capa o cajón. Así que ahora la playa larga sigue en esta pequeña agencia de noticias que confundamos con Ana Fornaro y que es también un laboratorio de periodismo, un puente desde donde escuchar, construir y resonar con otras identidades, pero también otras cosmovisiones.
*María Eugenia Ludueña es periodista, docente y escritora. Es cofundadora y codirectora de Agencia Presentes, medio regional digital especializado en géneros, diversidad y derechos humanos.
[1] Agencia Presentes es una de las organizaciones apoyadas por el Fondo de Mujeres del Sur a través de la iniciativa Liderando desde el Sur. Ver: https://agenciapresentes.org