En lo alto de los cerros tilcareños, el 28 de junio, Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+, se inauguró el primer nodo de contención para personas trans en esa pequeña ciudad jujeña, en el marco del Proyecto de Creación de la Red de Nodos Trans del norte argentino, impulsado por la Fundación Damas de Hierro, coparte del Fondo de Mujeres del Sur a través de su Programa Nuestros Derechos, Nuestro Orgullo.
Esta nueva casa trans, llamada Refugio Cristal, se suma a otras cuatro similares en las localidades de San Pedro, Palpalá, La Mendieta y San Salvador, y fue reacondicionada enteramente por las activistas de la organización. Como parte del proyecto de la Red de Nodos Trans, la misma surge en respuesta a las necesidades detectadas por la organización durante el primer censo de población trans femenina en Jujuy, realizado en 2018 junto con organizaciones sociales, universidades y dependencias estatales.
Aquel censo había revelado datos como la edad de expresión de la identidad trans, que para las entrevistadas se produjo entre los 13 y los 17 años. Esa información cobra relevancia si se considera que gran parte de las personas trans son expulsadas de sus hogares al momento de iniciar su proceso de expresión identitaria. El censo dejó ver también su situación de desventaja en materia habitacional y de inserción laboral: la mayoría de las encuestadas nunca tuvo acceso a la vivienda propia y un 4% de las censadas vivía en la calle al momento de la consulta. En el aspecto laboral, más del 40% no logró romper el circuito del trabajo informal. Por último, el censo también arrojó datos sobre la expectativa de vida de las mujeres trans jujeñas: 36 años, una cifra similar a la media nacional (ubicada entre los 35 y 40 años).
Asimismo, el 45% afirmó no haber terminado el nivel educativo secundario, pese a haber cursado estudios. El abandono de la educación formal se produjo, en general, a causa de situaciones de discriminación sufridas tanto por parte de pares como de maestrxs.
Mediante la creación de estos espacios, la Fundación apunta a ofrecer alojamiento y contención, para alivianar esas condiciones de soledad, abandono y marginalidad a las que la mayoría de las personas trans se ven expuestas y, al mismo tiempo, busca descentralizar y facilitar el acceso a la información y derechos en el territorio.
Asimismo, Refugio Cristal apunta a generar un espacio seguro para trabajar con la comunidad en general organizando ciclos de cine, actividades culturales, charlas y capacitaciones. También se implementará un Centro de Testeo Rápido de HIV y de entrega de profilácticos, fundamentales para garantizar el acceso a recursos sanitarios y de salud sexual integral.
Volvemos a los cerros, al 28 de junio. Lxs activistxs se preparan para celebrar con un almuerzo colectivo después de una sencilla pero poderosa ceremonia de corte de cinta e inauguración de este refugio que ellas mismas han restaurado y que planean sostener y hacer crecer, con la certeza de que, sin importar que tan hostil sea el afuera, ellas ya se han ganado ese espacio. Ya tienen su casita donde guarecerse y desde donde darse a la comunidad en toda su vitalidad, expresando una potencia que transforma realidades.